La carga de dispositivos móviles en lugares públicos es una práctica cada vez más común. Sin embargo, los usuarios deben tener cuidado con la seguridad de sus dispositivos al usar estaciones de carga públicas, ya que los ciberdelincuentes están utilizando una nueva técnica llamada "juice jacking" para instalar malware en los dispositivos.
La técnica de juice jacking implica la instalación de software malicioso en los dispositivos móviles cuando se conectan a estaciones de carga públicas. Los ciberdelincuentes pueden utilizar el puerto USB de estas estaciones para acceder a los datos almacenados en los dispositivos o instalar software malicioso que se ejecuta en segundo plano sin que el usuario lo sepa.
Los ataques de juice jacking pueden resultar en la pérdida de datos personales, como contactos, fotografías y correos electrónicos. Además, los ciberdelincuentes pueden usar el acceso al dispositivo para enviar mensajes de texto o realizar llamadas sin el conocimiento del usuario, lo que puede resultar en cargos inesperados.
Una variante de juice jacking es Infactar, un malware que se instala en los dispositivos móviles a través de estaciones de carga públicas. Infactar se ejecuta en segundo plano y puede robar información personal del usuario, como contraseñas y números de tarjetas de crédito. Además, puede enviar mensajes de texto y realizar llamadas sin el conocimiento del usuario.
Para protegerse contra el juice jacking y otros tipos de ataques de seguridad, los expertos recomiendan no utilizar estaciones de carga públicas y en su lugar cargar los dispositivos en casa o llevar una batería portátil. Si es necesario utilizar una estación de carga pública, es importante utilizar un adaptador de corriente en lugar de conectar directamente el dispositivo al puerto USB de la estación.
También se recomienda mantener el software del dispositivo móvil actualizado y tener instalado un software de seguridad en el dispositivo. Además, los usuarios deben prestar atención a las alertas de seguridad en su dispositivo y no conectar sus dispositivos a puertos USB desconocidos.
En resumen, el juice jacking es una nueva técnica utilizada por los ciberdelincuentes para instalar malware en los dispositivos móviles a través de estaciones de carga públicas. Para protegerse, los usuarios deben evitar el uso de estas estaciones y en su lugar cargar los dispositivos en casa o llevar una batería portátil. Además, se deben tomar medidas de seguridad adicionales, como mantener el software del dispositivo actualizado y tener instalado un software de seguridad.