En la era de la digitalización y globalización, la importancia de los datos es enorme (ventaja estratégica y competitiva para las empresas), y actualmente disponen de un valor económico incalculable, por lo que cada día vemos más ciberataques dirigidos a la obtención del dato.
Y es que el robo de determinados datos no solo puede conllevar grandes beneficios para el delincuente, sino que pueden ser la base para luego extorsionar a la víctima y pedir un rescate o para estafarles a posteriori con la información de que disponen.
El último de estos ataques para el robo de datos lo sufrió hace poco WhatsApp. Según la información que disponible sobre el caso, dicha plataforma habría sido hackeada y los datos de más de 500 millones de usuarios, en más de 80 países diferentes, habrían estado comprometidos.
Se desconoce la forma en la que los delincuentes hackearon la plataforma y obtuvieron los datos, pero lo que sí que sabemos es que se han ofrecido a la venta en webs pertenecientes a la "Dark Net" (mercado negro cibernético). Estando estos datos en manos de gente sin escrúpulos, podrían terminar siendo utilizados para llevar a cabo diversos actos delictivos (estafas, suplantación de identidad, etc.).
Hace no tanto tiempo, la plataforma WhatsApp era un auténtico filón para los hackers, ya que el sistema carecía de encriptado y los mensajes viajaban a través de Internet libremente. De esto se derivaba que cualquier persona utilizando las aplicaciones adecuadas podía acceder a datos y conversaciones de los usuarios.
Actualmente, esto ha ido cambiando y se han incorporado diferentes medidas de seguridad (verificación en dos pasos, cifrado punto a punto de las conversaciones, etc.). Gracias a esto, ha aumentado la complejidad para hackear WhatsApp, aunque, como dirían los de Adidas, "impossible is nothing", y no descartamos que en el futuro sufran nuevos ciberataques.
Más aún cuando los ciberdelincuentes no paran de perfeccionar sus técnicas de hackeo, y las ofrecen abiertamente en ciertas páginas web. Si se accede a un buscador como Google, y se le pregunta por cómo hackear WhatsApp o cómo espiar alguna cuenta en particular, aparecen numerosos resultados de aplicaciones, tanto gratuitas, como de pago, que te permiten mediante una serie de pasos poder introducirte sin permiso en otros dispositivos.
No es fácil saberlo con certeza, pero sí que hay algunos indicadores que nos pueden servir para pensar que estamos entre los desafortunados.
Las acciones básicas pasarían por bloquear la tarjeta SIM, solicitar el bloqueo de la cuenta de WhatsApp, reinstalarlo en otro dispositivo con el mismo número y no cerrar la sesión.
Además, no hay que olvidar que hay que denunciar este tipo de hechos. Y es que, si no se denuncia, el hecho delictivo no llega al conocimiento de las autoridades (policiales y judiciales), con lo que el ciberdelincuente ve como sus actos no tienen consecuencias y acaba por volver a cometerlos.
Hay que señalar que nuestros Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado disponen de unidades especializadas en combatir el cibercrimen y cuentan con especialistas y tecnología punteras para ello. Asimismo, nuestros jueces cada día están más acostumbrados a enjuiciar estos delitos, por lo que denunciar sí sirve.