Internet recoge miles y miles de datos compartidos por los usuarios, desde nombres, apellidos, direcciones de correo electrónico, números de teléfono, imágenes y vídeos, entre otros. Dentro del ámbito de la ciberseguridad, el intercambio de información personal se puede usar para llevar a cabo ataques de doxing.
Esto quiere decir que los ciberdelincuentes recopilan los datos de una persona para ponerlos a la venta en la Dark Web sin su consentimiento. Además, los objetivos de los estafadores son poner en peligro a la víctima, filtrar el dominio público y piratear las cuentas bancarias o redes sociales
La información en Internet se comparte con rapidez y resulta casi imposible eliminar la huella digital, sabiendo que la Dark Web se puede utilizar para la extorsión, la ejecución de estafas, esquemas de phishing y el robo directo de dinero.
Vladislav Tushkanov (experto en privacidad de Kaspersky) indica en el blog de la compañía que "Internet nos ha dado la oportunidad de expresar nuestras individualidades y compartir nuestras historias, sin embargo, es importante entender que estar y expresarse online no forma parte de la privacidad".
"Se trata de entender las posibles consecuencias y riesgos y estar preparados para ellos. La mejor forma de actuar cuando se trata de nuestros datos es: averiguar lo que saben, eliminar lo que se pueda y tomar el control de nuestra información disponible online", añade el experto.
Según Kaspersky, tus datos personales se venden el Dark Web por estos precios: